Las carillas dentales son láminas delgadas que se colocan en la parte frontal de los dientes y tienen como objetivo mejorar la apariencia y forma de estos. Corrigen separaciones entre las piezas, su color, algunos daños presentes en su estructura como desgastes o pequeñas fracturas, por eso, se considera un tratamiento estético. Se pueden colocar en un solo diente o en varios, según el caso. Un tratamiento con carillas bien realizado no se debe de ser perceptible, tiene que parecer parte de la dentadura natural.
Existe una gran variedad de materiales para realizar las carillas, pero los más utilizados para su fabricación son: resina (composite) y porcelana. Cada uno lleva procesos diferentes en su manufactura. El odontólogo especialista es el que se encarga de determinar si una persona es candidata para este tratamiento y qué carillas son las indicadas para cada caso, siempre en función del objetivo que se quiera conseguir.
Carillas de resina (composite):
Se realizan en una sola cita, confeccionándolas a mano directamente sobre la pieza dental, la cual es desgastada mínimamente para darle el espacio necesario a la carilla de resina y que esta luzca natural. Posteriormente se aplica un ácido y un barniz para la adhesión de la resina, esta se coloca por capas, endureciendo cada una con una lámpara especial de fotocurado para finalmente proceder al pulido y abrillantado
Se debe tener en cuenta que las carillas de composite requieren más mantenimiento para evitar que pierdan su color, se les adhieran partículas de sarro o se fracturen. Estas tienen que ser reemplazadas cada cierto tiempo, el cual es muy variante dependiendo de la higiene y mordida de cada persona.
Carillas de porcelana:
Estas se fabrican a la medida en un laboratorio y luego se colocan en el paciente. Se realiza generalmente en 2 o 3 citas por lo que el precio de las carillas de porcelana es mas costoso. Su calidad es mucho mejor y son más duraderas, requieren menos mantenimiento y el resultado en comparación con una carilla de composite es superior, ya que el brillo, translucidez y textura se pueden recrear mucho mejor con la porcelana ofreciendo una estética excepcional.
El procedimiento generalmente en pacientes ideales es el siguiente; en la primera cita el dentista desgasta una pequeña cantidad de la superficie del diente con cortes precisos y específicos que permitirán la correcta colocación y adhesión de las carillas.
El espacio generado por el corte será sustituido por el espesor de la carilla de porcelana haciendo que esta luzca natural sin verse bultosa o abombada. En esta misma cita se fabrican unas carillas provisionales de acrílico las cuales se utilizan durante el tiempo que dure el tratamiento.
En la segunda cita se sacan los moldes de los dientes trabajados y se envían a un laboratorio dental. Es de suma importancia la elección de los materiales para dicha impresión, ya que una impresión realizada con materiales de alta calidad brinda un modelo de trabajo nítido y real en el cual el laboratorio llevara a cabo su trabajo. De la misma manera es de suma importancia la calidad del trabajo de laboratorio, tanto en la elección de las marcas de porcelana como la tecnología con las que las diseñan y trabajan, ya que hoy en día gracias a la tecnología de asistencia por computadora se obtienen como resultado prótesis más precisas, duraderas y naturales.
Todos estos detalles de las primeras dos citas son muy importantes para que la carilla asiente perfectamente sin qué se vean las líneas de unión a su diente y que aparenten la naturalidad y estética deseada.
En la tercera cita se prueban las carillas de porcelana en boca, para lo cual el dentista revisara que se cumplan todos los aspectos mencionados anteriormente. Una vez aprobada la carilla por el dentista y el paciente se procede a su adhesión por medio un cemento definitivo a base de resina.
Cabe mencionar que no todos los pacientes son aptos para este tratamiento. En muchas ocasiones este tratamiento es mal realizado y/o diagnosticado teniendo un resultado estético pobre o fracaso del mismo, por lo cual se sugiere asistir a una evaluación con un doctor experto en el tema.
Las carillas se deben cepillar como dientes propios. El uso del hilo dental siempre es recomendado utilizarlo al menos una vez al día y de preferencia antes de ir a dormir, este deberá utilizarse cuidadosamente y con una técnica adecuada que le deberá enseñar su dentista. Se recomienda el cepillado por lo menos dos veces al día con una crema dental con flúor ya que ayuda a remover los residuos de alimentos y la placa bacteriana. Es muy importante tener presente que las piezas dentales con carillas pueden sufrir cualquier padecimiento común como son: caries, enfermedad periodontal, fracturas internas, infecciones, etc. por lo cual se recomienda una cita de revisión para cerciorarnos del buen estado de los dientes tratados al menos una vez al año.
Las carillas dentales se usan principalmente por los siguientes motivos:
- Modificar la forma, tamaño u color de los dientes
- Reconstrucción de piezas fracturadas y/o astilladas
- Alineación aparente de los dientes ligeramente desalineados sin necesidad de tratamiento ortodóntico (Brackets)
- Lucir una sonrisa excepcionalmente estética y de aspecto natural
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